Los cuidados y la higiene del caballo tienen que realizarse cada días a ser posible para mantener nuestro caballo en perfectas condiciones. Antes de comenzar directamente con la higiene del caballo, primero hay que observar si el animal está dispuesto a ello, y si está en buenas condiciones..
Para realizar una higiene básica de un caballo necesitaremos un kit de higiene. En eset kit deberemos tener varios cepillos e instrumentos diferentes para cada zona. Uno de los instrumentos fundamentales es la rasqueta. Con esta rasqueta, se suele hacer un masaje en el cuerpo del caballo y también ayuda a eliminar pelo que sobra o la porquería que puede tener. Se aplica con fuerza y haciendo pequeños círculos.
Después de utilizar la rasqueta, se recomienda usar un cepillo de raíces para el cuerpo. De esta manera peinamos al caballo ya que después de la rasqueta puede quedarle todo el cuerpo despeinado y también eliminamos los restos que han podido quedar como polvo, etc. El movimiento hay que hacerlo a favor del pelo, es decir, en la misma dirección.
Otra de las zonas a la que hay que prestarle mucha atención en la higiene del caballo es la cola. En este caso hay que utilizar un peine de crines. A la hora de peinar la cola hay que tener mucho cuidado ya que es una zona muy sensible y puede ocurrir que el caballo no se sienta a gusto. Para que esto no ocurra, vamos a limpir la cola de una manera suave, tocando primero al animal y si es posible hablando para que se sienta cómodo.
Para la higiene de la cabeza necesitaremos otro cepillo diferente a los anteriores. Será un cepillo blando para peinar el pelo que tiene de las orejas hasta los ojos. Hay que hacerlo muy suave y poquito a poco para no hacerle daño. Además con una pequeña esponja también podremos limpiarle la zona de la cara, las legañas, etc.
Por último, hay que destacar otra zona en la higiene del caballo: los cascos. Para realizar la limpieza de estos se utilizan los limpiacascos o escarbacascos. Para comenzar con esta limpieza hay que agarcharse y tocarle la pierna del casco que vamos a limpiar. De esta manera, le estamos pidiendo su pata y el caballo se sentirá más tranquilo. La limpieza la realizaremos primero con la zona más dura del limpiacascos o con el punzón. En esta zona podemos llegar a encontrarnos pequeñas piedras que le pueden estar haciendo daño, por ello es muy importante hacer este tipo de limpieza al caballo cada poco tiempo.
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