Por un lado, no es recomendable que vivan en espacios pequeños como puede ser un piso, lo mejor es que dispongan de instalaciones propias en el exterior donde estén cómodos y protegidos.
Normalmente, estas razas aguantan bien las bajas temperaturas, por lo que en invierno no tendrían problemas. Eso sí, deben tener un lugar donde resguardarse, una buena caseta donde poder dormir o refugiarse de las inclemencias del tiempo. En verano, también necesitan un refugio, sobretodo para protegerse del sol y de las altas temperaturas. Para ello, es esencial que tengan a su disposición una zona de sombra y agua fresca.
La comida es otro factor muy importante a tener en cuenta, ya que un perro de tamaño gigante consume una gran cantidad de alimento, entre 30-40 kg. al mes (en el caso de un San Bernardo, que consume alrededor de 1 kg. de comida por día).
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