sábado, 5 de enero de 2013

Protege a tu gato del frío


Protege a tu gato del frío
Los gatos son más sensibles a los cambios de temperatura que nosotros, por eso es normal que durante los fríos días de invierno notes como tu gato escondido entre mantas o cerca del radiador. Además, tienen un mecanismo natural de renovación o muda de pelaje que les ayuda a preparar su pelo para el duro invierno. Si el gato es un aventurero que vive en el exterior puede necesitar un aporte extra de alimento para mantener su calor corporal, sin embargo, los felinos caseros que viven comodamente en casa y no realizan ejercicio pueden engordar si les damos más comida de la habitual porque no la queman.
En general, los gatos caseros deben seguir en invierno la misma dieta que el resto del año, salvo que el veterinario indique lo contrario. La comida balanceada para gatos contiene las vitaminas y minerales necesarias para fortalecer las defensas de nuestro felino. Si es un gato aventurero que le encanta dar paseos al aire libre debes extremar el cuidado en los días más fríos y evitar que pase mucho tiempo fuera. Si un día de nieve, heladas o frío intenso tu gato sufre una hipotermia debes actuar con rapidez, abrigarle con una manta, frotar cone enrgía su cuerpo y acercarle alguna fuente de calor como una bosla de agua caliente. 
Hay gatos más sensibles al frío y que necesitan mayor protección:
  • Gatos de poco pelo. Los gatos que tienen poco pelaje como el Siamés o presentan una ausencia total como el Esfinge necesitan más abrigo que los gatos peludos que cuentan con un abrigo de pelo natural. Proporciónale mantas e incluso un jersey para cubrir el lomo y evitar enfriamientos.
  • Gatitos pequeños. Los cachorros o gatos jóvenes tienen un sistema inmune poco desarrollado y son más vulnerables que los agtos adultos. Cuídale bien, dale una alimentación especial para gatitos y protegéle del frío con mimo.
  • Gatos mayores. Los gatos de más de 7 años tienen las defensas más debilitadas y pueden presentar problemas de la edad que empeoran su capacidad para aguantar el frío.
  • Gatos enfermos. Los gatos cuando tienen una enfermedad tienen las defensas bajas y son más susceptibles de coger fríos y resfriados. Además, las enfermedades articulares y del aparato locomotor como artrosis y artritis empeoran con la llegada del frío. 
¿Y si se ha resfriado? Notarás que tu gato se ha resfriado porque presenta síntomas similares a los de nuestros catarros: ojos llorosos, estornudos, mucosidad, apatía... En este caso llévale al veterinario para evitar que el resfriado se complique y que pueda afectar a los pulmones. Siempre que salga a la calle y se moje sécale bien el pelaje para quitar la humedad y evitarás estos resfriados.

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