El Aphyosemion australe o Cabo López es una pequeña carpa dentada, no mayor de cinco centímetros. Es una especie ovípara de origen africano que posee una gran adaptabilidad y resistencia. Es originaria del África Occidental y se encuentra en pequeños cauces de agua de los bosques de Gabón, Camerún y Congo, siempre en zonas de abundante vegetación. Su localización geográfica determina diferentes variaciones de coloración.
Si disfrutas de uno de estos ejemplares, te darás cuenta de que posee buena salud y se desarrolla perfectamente en aguas blandas. Este bello pez pertenece a la familia de los Aplocheílidos y se encuentra dentro del orden Cyprinodontiformes.
Exóticas características
Comúnmente, se le denomina Lyretail o killi cola de lira por la forma de su aleta caudal. La apariencia del cuerpo es alargada y cilíndrica. Aitor Fernández, responsable de Aquanovel.com, revista de acuariofila marina y acuario de agua dulce, nos explica que existe una gran diferencia entre sexos en cuanto a cromatismo y aspecto de las aletas.
"La tonalidad típica en los machos de Aphyosemion australe es marrón amarillento o naranja amarronado en la base, con manchas azules en garganta y zona ventral", comenta el experto. Además, presenta "tiznes irregulares de color rojizo por todo el cuerpo". El fuerte colorido del macho difiere con respecto al de la hembra, cuyo tono es pálido y apagado. El ejemplar masculino presenta las aletas anal y dorsal más desarrolladas y retrasadas, al tiempo que están dotadas de una gran coloración.
Mantenimiento de la especie
Las condiciones acuáticas que necesitan para sobrevivir tus ejemplaresno son críticas, pudiendo prosperar en aguas ligeramente ácidas o alcalinas. La temperatura tampoco es un factor crucial, aunque tienes que tratar de evitar que sea excesivamente elevada. Como precaución prioritaria tienes que "prestar atención atapar bien la urna donde se les mantenga, ya que son grandes escapistas", aclara el especialista.
Aitor Fernández explica que "la clave del éxito para su mantenimiento y cría reside en mantenerlos en pareja o en tríos formados por un macho y dos hembras". Como en la mayoría de las especies es necesaria también una dieta rica y variada. "Son animales de gran apetito a los que deberás alimentar con papillas caseras, alimento congelado o vivo", describe el entendido en acuariofilia.
Reproduce a tus peces
La longevidad y la reproducción de tu mascota se verán influenciadas por las condiciones del medio. "En años de fuerte sequía los pequeños killis se reproducen de forma anual. En otros años con mayor presencia de lluvias la reproducción se ve modificada pudiéndose realizar dos veces al año", asegura Fernández, añadiendo que "dichas variedades no se reproducen por sí solas, por lo que las mezclas entre ellas se producen a través de la manipulación", explica. No obstante, es muy importante ser cuidadoso, ya que esta maniobra puede ser contraproducente, puesto que "laslarvas resultantes de esta hibridación pueden nacer estériles", asegura el responsable de Aquanovel.com.
Las hembras ponen gran cantidad de huevos, aunque muy pocos sobreviven. "El sustrato perfecto para la colocación de los huevos puedes conseguirlo utilizando musgo de java o empleando hilos de lana para construir una especie de mopa", explica. La realización de la puesta se puede predecir a través del abultamiento paulatino de la zona ventral de la hembra. Los huevos de color marrón rojizo pueden distinguirse en las zonas más altas de la vegetación o sustrato de puesta.
Aparición de los recién nacidos
Una vez eclosionen las larvas, cuyo número se verá incrementado según se desarrolle la pareja, conviene que "sean separadas para evitar que sean depredadas por los progenitores", afirma el entendido, informando además de que "en una cría no controlada en la que se mantienen juntos todos los alevines, los más pequeños serán devorados por los alevines más grandes".
La alimentación inicial de las larvas estará compuesta por "nauplios de artemia o sustitutos como las huevas de cangrejo". Una vez alcanzado el centímetro de longitud se puede acompañar este alimento inicial con el que utilizamos para los progenitores, pero "adecuado al tamaño de sus pequeñas bocas", indica Fernández. El crecimiento de tus pequeños compañeros acuáticos será muy rápido, pues en tres meses se convertirán en adultos. Como habrás podido observar, los acuaristas eligen a estos ejemplares para criarlos, ya que exigen un mantenimiento más fácil que el que requieren otras especies.
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