lunes, 31 de diciembre de 2012

La jaula del hámster


Todas nuestras mascotas necesitan tener un lugar ideal donde vivir. Este es el caso de los hámsteres, esos pequeños roedores que comparten sus vidas con nosotros y que deben tener una jaula limpia y bien ubicada para sentirse cómodos y a gusto.
Tener una mascota en casa implica una gran responsabilidad. No solo se trata de darle un espacio para que pase ahí la mayor parte del tiempo, un poco de comida y unos cuantos trapos o papeles para que se abrigue.
Una mascota necesita y merece muchos cuidados de parte nuestra, ya que dependen de sus dueños y no son capaces de reclamar o exigir más. Un cuidado muy especial hay que tener sobre todo, cuando tenemos un ave u otro tipo de animal que por distintas circunstancias debe vivir confinado en una jaula.
Este es el caso de los hámsteres, esos pequeños roedores que se han acostumbrado a compartir años de su vida con los humanos y que se han convertido en las mascotas predilectas de muchos niños.
Muy importante es entonces el cuidado de su hogar dentro de nuestras casas, es decir sus jaulas deben estar muy bien ubicadas en un lugar donde no entre mucha luz solar y donde tampoco haya demasiada humedad.
Las jaulas deben ser de un tamaño regular, en donde el animalito pueda movilizarse y sentirse cómodo. En el mercado hay una gran variedad de jaulas, cada una para un tipo de mascota en especial y la mayoría, viene con ciertos complementos como los comederos, los bebederos, ruedas y ciertos juguetes.
Si su jaula no es un lugar limpio, nuestra mascota podría enfermar y en los peores casos puede hasta morir.Por ello es recomendable mantener limpia y seca la jaula, estas deben limpiarse una o dos veces por semana, retirar todo lo que tenga adentro y lavar utilizando agua tibia y un jabón neutro.
Luego que se han retirado todos los residuos y suciedad de las cosas se enjuagan con abundante agua y se secan con cuidado, para después proceder a armar nuevamente todo su espacio. Los depósitos en donde se coloca su comida y su agua deben ser limpiados a diario y a profundidad, empleando un cepillito para sobar y quitar todas las sobras de comida que puedan quedar en algunos sitios.
De igual forma debemos asear todos los días, la zona que la mascota ha destinado a utilizar comourinario. Es en este espacio donde suele acumularse la humedad, a proliferarse las bacterias y el mal olor.
Otro punto importante es colocar la jaula siempre en el mismo lugar, ya que la mascota tiende a acostumbrarse en un sitio y si se cambia constantemente su habita podría confundirse y hasta crearle estrés.
Si crees que es necesario emplear un producto especial para mantener más aseadas la jaula y demás complementos del hámster, puedes acercarte al veterinario y consultar por el más adecuado.

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