Los peces son animales vertebrados, acuáticos, aclimatados a la vida en el agua. Para nadar se valen de aletas, y su piel se encuentra por lo general recubierta de escamas.
Su respiración es branquial; poseen sistema nervioso central y su sistema circulatorio es cerrado y se halla impulsado por un corazón ventral. Pueden ser carnívoros o herbívoros.
La morfología y estructura de los peces varía mucho entre las diferentes especies. En términos generales, se pueden distinguir en el cuerpo de los peces tres regiones bien diferenciadas, cabeza, cuerpo y cola.
Las agallas o branquias, protegidas externamente por el opérculo, constituyen el órgano respiratorio adaptado al medio acuático de estos animales; su función consiste en captar el oxígeno disuelto en el agua.
El esqueleto de los peces puede ser óseo o cartilaginoso (en el caso de los escualos y las rayas). A los costados del cuerpo del pez, desde las branquias hasta la cola, discurre una línea lateral que se puede ver a simple vista. En ella se alojan unos órganos que registran las variaciones de presión del medio externo, permitiendo al pez orientarse y detectar objetos. No todos los peces presentan esta línea lateral, pero es muy común.
Otro órgano característico de los peces es la vejiga natatoria, que controla la flotación del animal reteniendo o soltando su contenido en aire.
Las aletas son los apéndices externos que caracterizan el cuerpo de los peces. Se encuentran sostenidas por el esqueleto y son los principales órganos locomotores de los peces constituyendo el sistema natatorio de los mismos. Tienen una forma y una posición diferentes según su función. La aleta dorsal, que mantiene al pez en posición vertical, las aletas ventrales y la aleta anal actúan como órganos estabilizadores. Las pectorales sirven de freno, se mantienen plegadas durante el nado y se abren cuando el pez se detiene. La aleta caudal cumple una doble función, propulsa al pez y lo dirige a modo de timón.
La mayoría de las especies tiene forma hidrodinámica, lo que les capacita para ser buenos nadadores. Las especies que habitan los fondos marinos tienen por lo general forma aplastada; en otros casos, su forma es cilíndrica. En realidad, la forma de los peces varía mucho entre las diversas especies, presentando en algunos casos conformaciones realmente extrañas y peculiares. Al igual que ocurre con la forma, también existen grandes diferencias de tamaño entre los diversos tipos de especies.
Los peces se encuentran por lo general recubiertos por una piel fuerte, en la que se encuentran implantadas las escamas, estructuras que cubren la piel de la mayoría de los peces, a modo de cubierta protectora. Éstas a su vez, están revestidas por una capa de mucus transparente y viscoso que protege al pez y favorece su avance en el agua. Existen peces sin escamas, como el Kryptopterus bicirrhis, cuya piel aparece únicamente revestida de mucus.
La boca y los ojos presentan formas y posiciones diferentes en función del entorno y los hábitos de vida del pez en su medio natural. De esta forma, según el modo de alimentación de la especie se pueden observar distintas formas de la boca: los peces de superficie, como el Betta splendens, tienen la boca dirigida hacia arriba; los de fondo, que se alimentan escarbando el suelo o raspando el sustrato, tienen la boca dirigida hacia abajo; los depredadores apuntada hacia delante. Otros peces como lascorydoras tienen barbillones para excavar en la arena.
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